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martes, 21 de enero de 2014

Enfermedades mediante la contaminación del aire por la industria

Las personas no tienen otra opción que respirar el aire que hay a su alrededor. Cuando el aire está contaminado, las personas respiran ozono, partículas y gases peligrosos que pueden dañar los pulmones, corazón, y atentar contra la salud en general. La contaminación del aire puede generar tos, congestión de los ojos y problemas de respiración. Afortunadamente, las personas comienzan a sentirse mejor cuando la calidad del aire mejora, pero esto no sucede siempre.

En 1930, en Bélgica, fallecieron 63 personas; en 1948, en Pennsylvania, fallecieron 20; y el Londres, en el año de 1952, fallecieron más de 4 000 personas como resultado de una severa contaminación del aire. El respirar pequeñas cantidades de aire contaminado durante muchos años puede considerarse como algo peligroso. Igualmente, puede contribuir a que una persona sea víctima de enfermedades que atentan contra su vida, como el cáncer.

Como consecuencia a la exposición al aire contaminado, las personas mayores, niños, o aquellos quienes sufren de enfermedades cardiopulmonares, son las más vulnerables para contraer asma o bronquitis. Los niños están bajo un mayor riesgo ya que sus pulmones aún están en proceso de desarrollo. Y como pasan mucho tiempo jugando al aire libre, suelen respirar más aire contaminado que la mayoría de los adultos.

Aún cuando las personas no tienen más opción que respirar el aire a su alrededor, disponen de alternativas para mantenerse saludables. Las personas pueden estar atentas a las predicciones de la calidad del aire y evitar hacer ejercicios al aire libre, o pasar más tiempo bajo techo siempre que haya concentraciones de ozono elevadas, así como apoyar las medidas que intentan mejorar la condición del aire y reducir las fuentes de contaminación; todas estas son recomendaciones para mantener la buena salud. Estas acciones son una respuesta positiva al problema que, literalmente, puede dejar a las personas sin aire.





  •   Asma. La polución del aire es una de las causas conocidas para el asma. Para aquéllos que ya sufren de ataques de asma, la polución puede agravar la condición y causar los ataques. Además, la gente que está sana puede desarrollar esta condición tras años de trabajar o vivir en un área con un aire muy contaminado. Este tipo de asma es conocido como "asma laboral" ya que es el resultado de trabajar en una región particularmente contaminada.



  •  Obstrucción pulmonar crónica. Obstrucción pulmonar crónica (COPD, sus siglas en inglés) es una condición asociada a la frecuente inflamación pulmonar e infecciones tales como la bronquitis y neumonía. El fumar es una de las principales causas del COPD, pero la prolongada exposición a un aire muy contaminado puede causar esta enfermedad, también.



  •   Enfisema. El enfisema es una enfermedad comúnmente asociada con el fumar, y éste causa al menos un 80% de las enfermedades, pero la polución del aire en el lugar de trabajo también puede causarla. Los contaminantes en el aire o el humo se acumulan en los pulmones y dañan la capa de moco que recubre a los pulmones y los mantiene sanos, llevando a inflamaciones, infecciones y bloqueos.



  • Cáncer de pulmón. La contaminación del aire puede contribuir al cáncer pulmonar, particularmente en personas que hayan crecido en áreas con una gran cantidad de contaminantes en el aire, ya que la exposición a estas substancias en los años de desarrollo puede tener un gran impacto en los pulmones. La acumulación de pequeñas partículas del aire en los pulmones puede llevar a crecimientos cancerígenos, y la polución del aire ha sido determinada que puede aumentar el riesgo del cáncer de pulmones tanto como el humo de segunda mano.





  •    Enfermedades cardíacas. La contaminación del aire ha sido mostrada como un factor en el desarrollo de las enfermedades cardíacas, incluyendo ataques al corazón y paros cardíacos. Ha sido demostrado que el humo de segunda mano aumenta las incidencias de los ataques cardíacos, y el monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno son también contribuyentes. La contaminación del aire ha sido demostrada causante de las enfermedades del corazón; cuando los contaminantes entran a los pulmones y penetran en los torrentes sanguíneos, producen inflamaciones y aumentan el ritmo cardíaco.



  •    Conjuntivitis. Es la inflamación del tejido que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados (conjuntiva). Ocasiona lagrimeo y enrojecimiento del globo ocular, principalmente.



  •   Dermatitis. Hinchazón cutánea causada por el contacto directo con una sustancia irritante; la piel enrojece y se experimenta incomodidad persistente.



  •   Salpullido. Granitos o ronchas en la piel que ocasionan comezón y ardor, además de que duelen e incluso llegan a producir adormecimiento.


Sarpullidos
 



  •  Envejecimiento de la piel. La presencia de contaminantes, junto con la acción del Sol, lluvia y viento genera arrugas y manchas, acelerando el envejecimiento de la epidermis.



  •   Resfriado y gripe. Infecciones de nariz y garganta que ocasionan estornudos, dolor de cabeza, elevación de la temperatura corporal (fiebre) y cansancio.



  •   Bronquitis. Inflamación de los bronquios o estructuras internas de los pulmones; se manifiesta con tos leve, dolor de garganta y exceso de mucosidades o flemas.



  •   Faringitis y laringitis. Inflamación e infección de la parte superior (faringe) e inferior (laringe) de la garganta. Ocasiona ronquera o pérdida de voz (afonía), fiebre, dificultad para tragar, dolor y tos.



  •     Sinusitis. Infección ocasionada por la obstrucción de uno o más senos paranasales (pequeñas cavidades o túneles situados al lado de la nariz que ayudan a filtrar, calentar y humedecer el aire que respiramos; también dan la resonancia a la voz y aligeran el peso del cráneo), aunque igualmente puede ser una complicación derivada de alguna infección en vías respiratorias



  •   Otitis. Inflamación de los oídos que puede ocurrir cuando infecciones en nariz y garganta se desplazan a los canales auditivos.



  • Neumonía o pulmonía. Infección grave de los pulmones que en muchas ocasiones se debe a complicaciones en el tratamiento de padecimientos menos severos, como bronquitis o gripe



  • Tos ferina o pertusis. Infección de los pulmones ocasionada por la bacteria Bordetella pertussis que ocasiona flujo nasal, fiebre, ataques de tos muy severa, dificultad para respirar y, cuando genera complicaciones, diarrea e incapacidad de tomar aire (asfixia).







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